jueves, 14 de agosto de 2008

•◘ El hOmBrE QuE CaLcUlAbA◘•


¿Quién es Beremiz Samir?





Beremiz Samir, el Calculista o el Hombre que calculaba, era de carácter alegre y comunicativo y estaba dotado de una extraordinaria inteligencia y de notables aptitudes para la ciencia de los numeros.

Muy joven trabajó como pastor y adquirió tal habilidad para contar, que aveces de una ojeada contaba sin error un rebaño. Su fama creció cuando, siendo secretario del visir Ibrahim Maluf, ministro del rey, en una demostración de agilidad mental, acertó con el numero de camellos, 257 en total, que había en una cálifa, contando las patas y las orejas y añadiendo 1, pues a un camello le faltaba una oreja, y dividiendo por 6. Todo en cuestion de segundos.
Cada día su vida era un desafío y cada desafío se convertía en leyenda y cada una de esas leyendas ha quedado plasmada en las páginas de este libro.



martes, 12 de agosto de 2008

***Lo material y lo espiritual. Los problemas humanos y trascendentes. La multiplicacion milagrosa***--->Cap 29

Un poderoso rey que gobernaba Persia y las bastas planices de Irán oyó decir a cierto derviche que el verdadero sabio debía conocer con absoluta perfección la parte espiritual y la parte material de la vida.
Ese monarca se llamaba Astor y era llamado "El Sereno".
¿Qué hizo Astor, el rey? Vale la pena recordar la forma como procedió el poderoso monarca.
Mandó llamar a los tres más grandes sabios de Persia y les entrego a cada uno dos dinares de plata. Después les dijo:
- En este palacio hay tres salas iguales completamente vacías. Cada uno de vosotros quedará encargado de llenar una de las salas, sin embargo ninguno puede gastar en esa tarea una cuantía superior a la que acabo de confiar a cada uno.
El problema era realmente difícil. Cada sabio debía llenar una sala vacía gastando sólo la insignificante cuantía de dos dinares.
Partieron los sabios a fin de cumplir la misión que les había encargado el caprichoso rey Astor.
Horas despues regresaron a la sala del trono. El monarca, interesado por la solución del enigma, los interrogó.

¿Cómo solucionaron estos hombres el gran problema?
Al ser interrogado el primero habló así:
- ¡Señor!, gasté dos dinares y la sala quedó completamente llena. Mi solución fué bastante práctica. Compré varios sacos de heno y con ello llené el aposento desde el suelo hasta el techo.
- ¡Muy Bien!- exclamó el rey Astor, "El Sereno"-.
Vuestra sencilla y rápida solución fue realmente muy bien pensada. Desde mi punto de vista, conocéis la "parte material de la vida" y bajo ese aspecto habeís de encarar todos los problemas que el hombre debe enfrentar sobre la faz de la tierra.

A continuación el segundo sabio, después de saludar al rey, dijo con cierto énfasis:
- En el desempeño de la tarea que me fue encomendada, gasté apenas medio dinar. Aquí quiero explicar cómo procedí. Compré una vela y la encendí en medio de una sala vacía. Ahora, oh Rey, podéis observarla. Está llena, completamente llena de luz.
-¡Bravo!- concordó el monarca-. ¡Descubriste una solución brillante para el caso! La luz simboliza la parte espiritual de la vida.

Llegó finalmente el turno del tercer sabio. He aquí como fué resuelta por él la singular situación:
- Al principio pensé, oh Rey de los Cuatro Rincones del Mundo, en dejar la sala entregada a mis cuidados exáctamente como se encontraba . Era fácil ver que la aludida sala , aunque cerrada estaba, no se encontraba vacía. Es evidente que se presentaba llena de aire y de tinieblas. Sin embargo, no quise quedarme en una incómoda indoléncia, mientras mis dos colegas reaccionaban con tanta inteligéncia y habilidad. Resolví ponerme en acción tambien. Entonces tomé un puñado de heno de la primera sala, quemé ese heno con la vela que se encontraba en la otra y con el humo que se desprendía llené totalmente la tercera sala. Será inútil añadir que no gasté la menor cantidad de la cuantía que me fué entregada. Como podéis comprobar, la sala que me correspondió está llena de humo.
-¡Admirable!- exclamó el rey Astor-. Sois el mayor sabio de Persia y tal vez del mundo. Sabéis unir con juiciosa habilidad lo material y lo espiritual para alcanzar la perfección.


--->La Pregunta de la Gran Respuesta<---

Entonces volvió a Beremiz y le dijo:
- Mi deseo es, oh calculador, comprobar si a semejanza del tercer sabio de la leyenda, sois capaz de unir lo material a lo espiritual y llegar a resolver, no sólo dos problemas humanos sino también los problemas trascendentes. Por eso mi pregunta es la siguiente: ¿Cuál es la famosa multiplicación señalada en la historia, multiplicación que todos los hombres cultos conocen y en la cual sólo figura un factor?

Beremiz quedó un largo rato reflexionando. Después y luego de que sintió que tenía coordinadas sus ideas, respondió:

- La única multiplicación famosa con un solo factor, citada por los historiadores y que todos los hombres cultos conocen, es la multiplicación de los panes hecha por Jesús, ¡hijo de María! En esta multiplicación sólo figura un factor: el poder milagroso de la voluntad de Dios.

- Muy Bien respondido- declaró el toledano-.
¡Absolutamente Cierto! Es la respuesta mas perfecta y completa que he oído hasta hoy! Este calculador resolvió de una manera aplastante la pregunta formulada por mí. Iallab!

***El problema de la perla más liviana.***--->Cap 32

Es llamado 'problema de la perla mas liviana', y tiene el siguiente enunciado:


"Un mercader de Benarés (India) tenía 8 perlas iguales: en la forma, en el tamaño y en el color. De esas 8 perlas, 7 tenían el mismo peso pero la octava pesaba menos que las otras. ¿Cómo podría el mercader descubrir la perla mas liviana y señalarla con toda seguridad, usando la balanza apenas dos veces, es decir, efectuando sólo dos pesajes? Ese es el problema, ¡oh calculador! ¡Quiera Alá inspirarte la solución mas sencilla y perfecta!".

Beremiz Samir, despues dereflexionar varios segundos y con voz reposada dijo:

-"No me parece difícil ni oscuro el problema budista de la perla más liviana. Un raciocinio bien conducido puede revelarnos desde luego la solución."

- Así que Beremiz planteó:

-Veamos: tengo 8 perlas iguales. Iguales en la forma, color, brillo y tamaño. Son rigurosamente iguales, diríamos. Alguien nos aseguró que entre esas 8 perlas se destaca una que es un poquito mas liviana que las otras 7, y que esas otras 7 presentan el mismo peso. Para descubrir la más liviana solo hay un medio y es usar una balanza. Para el caso de las perlas debe ser una balanza muy fina, de brazos largos y muy sensible. Y aún más, la balanza debe ser exacta. Tomando las perlas de 2 en 2 y colocándolas en la balanza - una en cada plato -, descubro cuál es la perla mas liviana. Pero si la perla más liviana fuera una de las dos últimas estaría obligado a efectuar cuatro pesajes. Ahora, el problema exige que la perla más liviana fuera descubierta y determinada en sólo dos pesajes, cualquiera que sea la posición que ocupe.

¿Cómo empezó Beremiz Samir a solucionar el problema?

Dividamos las perlas en 3 grupos, A, B y C. El grupo A tendrá 3 perlas, en B también 3 y el C las 2 restantes. Con dos pesajes debo determinar, sin posibilidad de error la perla mas liviana sabiendo que 7 son iguales en peso.

Llevemos los grupos A y B a la balanza y coloquemos un grupo en cada plato, con lo cual efectuamos el primer pesaje.

Pueden ocurrir dos posibilidades:

Primera posibilidad: A y B, presentan pesos iguales.

Segunda posibilidad: A y B, presentan pesos desiguales, estando en uno de ellos - el A por ejemplo- la perla mas liviana.

--->La magnífica solución<---

En la primera posibilidad , A y B con el mismo peso, podemos garantizar que la perla mas liviana no pertenece a A, ni a la B. La perla que buscamos es una de las 2 que conforman el grupo C.

Tomemos entonces esas 2 perlas que forman el grupo C y llevémoslas a la balanza y pongamos una en cada plato; segundo pesaje. La balaza indicará la mas liviana.

En la segunda posibilidad está claro que la perla más liviana pertenece al grupo A. Tomemos entonces 2 perlas cualesquiera del grupo A y dejemos la otra parte. Llevemos esas dos perlas a la balanza y pesémoslas; segundo pesaje. Si la balanza queda en equilibrio , la tercera perla - que dejamos aparte - es la más liviana. Si hay desequilibrio , la perla más liviana estará en el plato que subió.